Todo lo que debes saber sobre la nueva Ley de Garantías
El 1 de enero de 2022 se amplió el plazo de garantías para los consumidores ¿Cómo te afecta eso?
A causa de la pandemia, han surgido nuevas formas de contratación que han irrumpido de forma acelerada. Para adaptar la protección de los consumidores a este nuevo escenario, durante el 2021 se incorporaron diversas modificaciones en el Real Decreto Ley 7/2021, de 16 de noviembre. Esto ha dado lugar a una nueva Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, en la que se incrementan los plazos de garantía de los bienes y la disponibilidad de repuestos por parte de fabricantes e importadores.
Antes de hablar de las claves de esta nueva Ley de Garantías, debes saber que todas estas modificaciones se deben a una nueva europea, que busca fomentar una mayor sostenibilidad en el diseño y uso de los productos, y que la alternativa de «usar y tirar» sea cada vez menos empleada.
¿Qué supone la nueva Ley de Garantías?
La principal novedad en la Ley de Garantías es la ampliación del plazo de garantía obligatoria para consumidores y usuarios, que pasa de dos a tres años para todos los productos comercializados desde el 1 de enero de 2022; un plazo que no es nuevo para algunas compañías que ya venían ofreciendo esos tres años de garantía, ahora obligatoria.
Para fomentar la economía circular, otra de las exigencias destacables de esta nueva normativa la encontramos en el tiempo mínimo en el que los fabricantes están obligados a disponer de piezas de repuesto desde que el producto deja de comercializarse. Si antes eran cinco años, la nueva Ley establece en diez años el límite de disponibilidad de repuestos para aumentar la vida útil de los productos.
El nuevo reglamento también considera, por primera vez, la aplicación de una garantía legal de dos años en los contenidos y servicios digitales, tales como programas informáticos, aplicaciones, archivos de vídeo, archivos de audio, archivos de música, etc.
Los efectos sobre las empresas
A medio plazo, las empresas fabricantes e importadoras podrían experimentar incrementos de costes de almacenamiento a partir del año en que finalice el requerimiento europeo, así como un mayor desperdicio de piezas.
Es importante recalcar, que los plazos de garantía para las empresas como consumidores profesionales son diferente que los establecidos por los usuarios finales, estos suelen rondar al año o incluso los seis meses.
Así que, llegamos a la conclusión de que la nueva Ley de Garantías refuerza la protección de los consumidores, mejora la calidad de los productos, impulsa el consumo sostenible y potencia la economía circular.